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Gracias por comunicar vuestra llegada, ósea que ya sabéis los que habéis llegado o los que lo estáis por hacer, cuando podáis nos lo comunicáis, nos quedaremos tranquilos si todo ha ido bien.
Esta JamboJeep ha sido la más improvisada de todas, el no figurar el plan de ruta en el cuaderno o programa que se nos proporciona al llegar a la concentración así lo demuestra. Y ¿esto a qué se ha debido?, pues a que la ruta del sábado está impracticable y hemos tenido que explorar a toda máquina, contra viento y troncos que nos impedían continuar y ha resultado una ruta muy diferente a la prevista.
El paisaje que hemos tenido la oportunidad de ver es diferente al que teníamos que haber visto, esto no quita que haya sido feo, ni mucho menos, hemos podido pasar por sitios bonitos y tener paisajes dignos de ver, pero el bosque de esta zona, el bosque donde alguno de vosotros hubiera podido haber visto al Basa Jaun, el bosque casi impenetrable del lado sur del Pirineo en las cercanías de Roncesvalles, pues para otra vez será. Nos hemos tenido que conformar con ver al Señor del Bosque, bajo sus disfraces de ciervos, jabalíes y ardillas, que bajan de las nieves al verde pasto que los alimenta.
Grupos de Potokas pastando todos juntos del heno que se les sirve han sido postal habitual en esta JamboJeep, incluso delante del hotel había una buena cantidad de ellos, al abrigo de las bajas temperaturas y falta de pasto de las campas vasconas de esta parte del País.
De los -16ºC del miércoles, de los -11ºC del jueves, hemos pasado a unas temperaturas que han reflejado la brillantez del sol radiante que nos ha calentado. Un cielo azul y limpio, precioso y majestuoso que daba más luz si cabe al manto blanco de la meseta auriztarra-burguetiana, enmarcada por las colinas y los montes cercanos.
Hemos tenido que alejarnos de este paralelo y bajar un poco hacia el sur para poder utilizar pistas accesibles para nuestros Jeeps, que nos han ofrecido posibilidades de sufrir y demostrar nuestro buen hacer en la conducción. De esta guisa han resultado excelentes conductores personas que no lo habían sido hasta ahora e incluso otras que por su hábitat usual no habían podido ni tenido oportunidades para entrenarse, me refiro, por ejemplo a Enrique, a IbzJavi y a otros varios que definitivamente han podido comprobar lo que un jeep es capaz con unas buenas manos que lo dirijan...¡Ah! y nos buenos pies que lo lancen.
Los caminos han sido lo salvajes que hemos podido encontrar en esta precipitada y rápida búsqueda, no han resultado duros aunque como he dicho antes, sí que han tenido algunos tramos de barro. Hemos podido llegar a disfrutar, al lado de un pequeño pueblo abandonado, de una bonita vista de un pantano de nueva construcción , el de Itoiz, no sé cuántos años cuenta, pero creo que no más de 10. Es un hito en la agricultura navarra, ya que este embalse está logrando cambiar cultivos de secano a regadío con lo que conlleva elevar la riqueza, ya de por sí rica y de gran calidad, de la huerta navarra.
Pudimos comprobar el nivel máximo de este embalse y las reservas acumuladas, en forma de nieve, de los montes cercanos. Una vista limpia, nítida y no me vengáis con retintines que esto está pareciendose a la canción de : Limpia y clara, con la vista levantada... no me seáis jodidos...
Pudimos adentrarnos hacia otro embalse de muy diferentes características al anterior, el Pantano de Irabia en la puerta de la Selva del Irati, uno de los hayedos-abetales más espectaculares que jamás pueda observar la vista humana, aunque haya que hacerlo en el otoño, donde el abanico de colores desde verde a ocre es realmente fascinante. La Selva del Irati es uno de los lugares más bellos que yo me he encontrado, cuando penetras en el bosque sientes sensaciones muy diferentes, desde notar que tienes ojos vigilantes que siguen tu devenir hasta la libertad más absoluta rodeado de un estallido de silencio. Viento,ramas danzando y mies y miles de hayas. De verdad es algo nuevo lo que experimenta tu ser más profundo que, como estáis pudiendo comprobar, se te queda grabado para el resto de tu vida.
Naturalmente nosotros no pudimos observar ni sentir estas sensaciones, pero sí que pudimos circular entre dos muretes de nieve que dejaban la carretera ya de por sí estrecha, pues más aún. Mereció la pena ver e intuír algo, aunque poco, de lo que esta zona es capaz de transmitir al alma humana.
En cuanto a las pitanzas fueron en líneas generales de un buen nivel gastronómico. Pudimos degustar una bien elaborada crema de calabacín con queso, unas buenas ensaladas, unas grandiosas menestras y alubias de colorines, en fin no continúo dejando a vuestra imaginación y que los jugos gástricos empiecen a cosquillearos las triponzias.
Continuará.
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