Historia de la 2ª Guerra Mundial

 

 

Setiembre 1939

 

La Guerra está a punto de comenzar, será el 1 de setiembre a las 4 horas y 45 minutos de la madrugada. El Plan Blanco (Fall Weiss) se pondrá en marcha, con el alba las unidades alemanas cruzarán la frontera de Polonia. La orden llega a los cuarteles generales alemanes a las cinco de la tarde del treinta y uno de agosto de 1939.

 

" Hay una palabra que siempre he ignorado, es la de Capitulación... No dejaré el uniforme militar hasta después de la victoria ".  alt
Hitler 1 de setiembre de 1939.

 

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Unos días antes, el embajador de Polonia en París, recibió un informe de unas palabras de Hitler  "Conquistaré Polonia en tres semanas, con mi ejército mecanizado". El embajador, encogiéndose de hombros, dijo con ironía  "¡Absurdo! somos nosotros los que invadiremos Alemania, en cuanto empiecen las hostilidades". Berlín está a 100 kms de la frontera y los polacos creían que sería allí, donde se resolverá la cuestión y donde se firmará la paz.

 

El ejército polaco está vencido aún antes de haber combatido. El armamento data totalmente de la primera guerra, con una anacrónica caballería de 37 regimientos. El ejército acorazado se reduce a un centenar de viejos blindados, prácticamente es un ejército sin motores.

 

Enfrente, el recién nacido ejército de Hitler. Dos elementos básicos, poder y velocidad. Agrupados en grandes unidades, actuando al máximo de su velocidad, sin necesidad de esperar a la infantería, los blindados penetran, maniobran, envuelven, restituyendo al arte de la guerra la agilidad, improvisación e inteligencia.

 

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A todo esto hay que añadir la fantástica potencia aérea de la Luftwaffe, con una produción anual de 6.000 aparatos, constituyen una fuerza aérea que no tendrá equivalente en ningún país del mundo, antes de que pasen largos meses. El caza Me-109, el destructor Me-110, el bombardero en picado Ju-87, los bombarderos horizontales Ju-88, He-111 y Do-17. Al comienzo de las hostilidades pone en línea 771 cazas, 408 destructores, 336 Stukas y 1.108 bombaderos, un total de 2.695 aviones. (Me = Messerschmit, Ju = Junker, He = Heinkel, Do = Dornier).

 

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Ju-87 Junker (Stuka, bombardero en picado).

 

A las 4 horas y 45 minutos, el crucero acorazado Schleswig-Holstein, desde Danzig, abre fuego y en la niebla, los medios blindados de Guderian, de Hoeppner y de von Kleist, franquean la frontera y caen sobre los polacos dormidos. La Luftwaffe aniquila en el suelo a la aviación enemiga.

 

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3 de setiembre de 1939.

 

Gran Bretaña, primera en reaccionar, entrega su ultimátum: Si a las 11 horas (eran las 9h.), no se reciben seguridades categóricas sobre la retirada inmediata de las tropas alemanas, se producirá el estado de guerra entre ambas naciones.

 

11 horas. Gran Bretaña declara la guerra.

 

Francia sigue a remolque. 17 horas, declara la guerra a Alemania.

 

La respuesta de Gran Bretaña, en este primer momento, es la R.A.F, la Real Fuerza Aérea, que va todas las noches a lanzar octavillas sobre Alemania. Francia responde con un ataque de la infantería sobre Alemania, teniendo una sorpresa cruel, las minas. Los caminos saltan bajo los vehículos, las tropas que avanzan por los campos se meten en cercos de muerte, los hombres que abren la puerta de una granja o recogen un objeto tirado, quedan pulverizados. La ofensiva por Polonia ha terminado.

 

El 17 de setiembre, Moscú habla. Molótov declara que el gobierno polaco no da señal de vida y por tanto, la Unión Soviética, procede a la ocupación de los territorios que habían acordado entre Ribbentrop y Molótov, entre Hitler y Stalin.
La capital Varsovia, curiosamente defendida por un general polaco llamado Rommel, se rinde el 27 de setiembre, tras un bombardeo de cuatro días. Polonia ha quedado aplastada.

 

Setiembre - Diciembre de 1939

 

La Línea Maginot a los franceses les inspira una confianza religiosa. Es realmente una línea, una posición sin profundidad, en la que no se puede dar más que un combate frontal. Pero ahora existe el bombadeo en picado, el desembarco de tropas aerotransportadas, que pueden caerte encima. Los obstáculos antitanques son demasiado débiles, las troneras son vulnerables, los campos de tiro pueden quedar obstruídos con una preparación artillera y finalmente, su potencia de tiro es ínfima. La Línea Maginot es un magnífico refugio, pero un mediocre instrumento de combate. El ejército francés come y bebe. Los oficiales viven en un lujo alimenticio, se disputan a los chefs parisinos, envían a buscar truchas y rodaballos. El ejército francés se ablanda y eso que había tenido una lección gratuita para instruirse. La Wehrmacht le había dado en Polonia una exhibición de sus procedimientos de combate. Lección preciosa...¡Lección perdida!.

 

La orden de ataque contra ese ejército "maginotado", la firmó el Führer el 27 de octubre. La ofensiva alemana debía empezar el 12 de Noviembre, un cuarto de hora antes de salir el sol. El general Walter von Brauchitsch, principal diseñador de la campaña de Polonia y hombre de confianza de Hitler, se presentó el 5 de noviembre en la nueva Cancillería, estimando que su deber de comandante en jefe era oponerse a ella y pidió ser recibido a solas por el Führer, el cual consintió de mala gana. Brauchitsch empezó a leer un memorándum en que había reunido las consideraciones militares que desaconsejaban una ofensiva en el Oeste. El ejército francés era demasiado fuerte. El ejército alemán no había adquirido bastante solidez. Le faltaba artillería pesada y municiones necesarias para atacar a las fortificaciones francesas, la victoria ante Polonia, lograda con un adversario débil, no debía producir ilusiones. En consecuencia, había que utilizar la ventaja política que daba Alemania, para negociar en buenas condiciones la paz general. Hitler, al principio, escuchó en silencio, pero no pudo más y se abalanzó sobre él, le arrancó el papel, lo rompió y lo pisoteó. Brauchitsch ofreció su dimisión, pero Hitler le preguntó si dimitían los soldados rasos en las trincheras. El general hubo de seguir en su puesto para preparar planes que desaprobaba.

 

La ofensiva del 12 de noviembre había sido trazada por el estado mayor del ejército, O.K.H. El ejército alemán debía penetrar en los tres países cuya neutralidad Hitler había prometido respetar un mes antes, Holanda, Bélgica y Luxemburgo. El centro de gravedad era la región de Lieja. El ala izqº, formada por el grupo de ejércitos de von Bock (grupo B), debía conquistar las costas del mar del Norte, para procurar a la marina y la aviación una base de operaciones aeronavales contra Inglaterra. El grupo A, bajo el mando de von Rundstedt, debía atravesar las Ardenas y forzar el Mosa. El tercer grupo de ejércitos (grupo C), mandado por von Leeb, sostendría un frente pasivo, desde Luxemburgo a Suiza.

 

Hitler no estaba del todo satisfecho, no obstante dejó pasar dicho plan.Hitler no tenía la formación superior de estado mayor, pero estaba dotado de verdadera intuición estratégica. Tenía sus ideas en estado de nebulosa y luego las precisaba en una alternancia de meditaciones solitarias y de conversaciones descosidas. Una famosa frase del Führer, entre muchas: "Y como último factor, puedo citar, con toda modestia....mi propia persona, ¡Irreemplazable!. Ningún militar, ningún civil podría reemplazarme."

 

Pero la ofensiva al Oeste, el tiempo se encargó de aplazarla. El otoño de 1939 fue espantoso, noviembre trajo lluvias torrenciales. Se van sucediendo los aplazamientos, finales de noviembre, luego 4, 6, 12 de diciembre... El Führer siente una sospecha, exige que los partes meteorológicos diarios sean establecidos por la Luftwaffe, pues desconfía de que los generales terrestres sean capaces de sobornar a los meteorólogos. Sin embargo los hombres-barómetros de la aviación no son menos pesimistas que los de a pie. ¡Qué broma de guerra!. La lluvia cae a raudales. En sus malos alojamientos, los hombres aguantan el eterno chaparrón. La paja de los petates se pudre. Por una enfermedad misteriosa ó víctimas del descuido de los soldados, los caballos de la artillería mueren a millares. Los hombres se aprietan en las tabernas de las aldeas y se aburren, se aburren, se aburren... 
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General Keitel (izqª), general von Brauchitsch (centro).

 

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Guerra en el Mar

 

Mientras las hostilidades terrestres son nulas, las navales han comenzado y prosiguen con vigor. Una explosión destruye el paquebote inglés de 13.500 ton.,  Athenia, en ruta desde Liverpool a Montreal, transportando civiles, el 3 de setiembre a las 21 horas, tan sólo diez horas después de la declaración de guerra. Se cuentan 112 víctimas, de las cuales 28 son americanos. La propaganda alemana acusa: Es Churchill quien ha hecho hundir el Athenia, despreciando 1.500 vidas humanas, para crear un incidente entre Alemania y Estados Unidos. Habrá que esperar a los documentos del proceso de Nuremberg para conocer la verdad: Al mando del U 30, el teniente de navío Lemp, fue quien hundió el Athenia, que lo confundió con un mercante armado

 

alt   Athenia.

 

alt  Teniente de navío Lemp junto a Dönitz, comandante en jefe de submarinos.

 

La Kriegsmarine falsificó el diario de a bordo, haciendo jurar el secreto a toda la tripulación. Dos días más tarde se hunde un segundo barco, el Royal Spectre. Estos dos barcos abren la lista de 2.603 que, desde 1939 a 1945, serán destruídos por los U-Boote de Hitler. La guerra submarina es terrible. Se ven otra vez los convoyes, rebaños de barcos conducidos por uno o dos pastores, acorazados o cruceros, mientras que destructores, dragaminas y corbetas giran alrededor de ellos como perros. Las pérdidas, sin embargo, son pesadas: 41 barcos en setiembre, 27 en octubre, 21 en noviembre, 25 en diciembre, total 114 barcos y 420.000 tms. Los barcos de guerra no quedan a salvo, el 17 de setiembre, en el canal de Bristol, el U-29, al mando de Schuhart, sorprende al Courageous. Quince minutos más tarde, la marina británica tiene que lamentar por primera vez, la pérdida de un portaaviones.

 

La Unión Soviética sigue creciendo.

 

Mientras tanto, en el Norte, Rusia ha explotado rápidamente su alianza con Hitler y ocupan militarmente a Estonia, el 28 de setiembre, a Letonia, el 5 de octubre y a Lituania, el 11 de octubre. Después de un tira y afloja, el 27 de noviembre, invaden Finlandia, pero se encuentran con un pueblo lleno de coraje y valor. Los rusos lanzan los blindados, pero los defensores fineses, les encuentran el defecto de la coraza, una placa de blindaje que se pone al rojo con el motor y los queman con ayuda de botellas de gasolina. Al cabo de una semana, la ofensiva se detiene. Rusia recibe ayuda de tropas selectas, venidas de Ucrania y del Cáucaso. Empieza la nieve y el frío. Se lanza una terrible ofensiva, a través de diez caminos que atraviesan el profundo bosque finlandés. Por cada uno va una división pesada rusa, cargada de artillería y de blindados. El 17 de diciembre, parece que la maniobra soviética va a resultar, parece cercana la última hora de la resistencia finlandesa.

 

El vuelco, en Finlandia, de la situación es dramático. Estirándose por lo malos caminos del bosque, las columnas soviéticas quedan bloquedas de frente, mientras que elementos móviles las acosan por los flancos. La nieve profunda, las altas arboladas, los terraplenes de aristas vivas que encuadran el terreno, neutralizan a los blindados. Calzados con esquíes, vestidos de blanco, alimentados de leche, los finlandeses parten en trozos esas orugas procesionarias. Los rusos se establecen en los claros, ponen los tanques alrededor, como los carros de los pueblos bárbaros y... mueren, mueren estoicamente de hambre y de frío. Los finlandeses capturan a los supervivientes, unos tras otros, cuando la debilidad les hace caer las armas de las manos.
altCadáveres de soldados soviéticos y sus inútiles blindados.

 

El botín más notable es la correspondencia. Millares de cartas encontradas en los prisioneros y en los muertos. Casi todas son de familias campesinas. Pintan condiciones de vida increíbles. Dos de cada tres de ellas hablan de la vaca, de la vaca que ya no pueden alimentar o que hay que vender, porque ya no tienen qué comer. La terrible estrechez rusa viene a expresarse en ese campo de batalla, donde los hijos de la tierra rusa, prefieren la muerte más horrible a la rendición.

 

En el mundo la admiración es grande. No tan grande es la prisa por ayudar a Finlandia. Suecia da dinero y armas y permite un cuerpo de voluntarios, pero rehúsa salir de su santa neutralidad. Dinamarca proporciona 800 voluntarios y Noruega 200, la mitad que Hungría. La ayuda a Finlandia puede dar a los Aliados un pretexto para establecerse en Escandinavia. Tener Suecia sería privar a Alemania de mineral de hierro. Tener Noruega sería hacer hermético el bloqueo. Pero las ideas maduran lentamente en el glacial invierno del 39 - 40. Todo lo que pueden hacer de positivo Francia e Inglaterra a favor de Finlandia, es mandarle armas. Pero ¡qué armas!...Francia saca de sus almacenes, antigüallas como el fusil ametrallador modelo 1915, que tiene el récord de accidentes de tiro y como su material de artillería, sistema De Bange, que ya estaba mandado retirar en 1914. 

 

En los estados mayores nacen proyectos grandiosos: El conflicto de Finlandia demuestra la debilidad de Rusia, por lo tanto, derríbese a Rusia y caerá Alemania. El nuevo comandante general del ejército francés, Doumene, manda estudiar todas las posibilidades. Se piensa bombardear Bakú para acabar con el petróleo ruso, organizar la insurrección de los pueblos del Cáucaso, desembarcar (¡en pleno invierno!) una o dos brigadas de cazadores alpinos. Tonterías y más tonterías, eso sí escritos en documentos militares concienzudos y quiméricos. En cambio las conclusiones del estudio realizado por el cuartel general de la Wersmacht, O.K.W., para el Führer son mucho más interesantes: Rusia tiene, en cantidad, instrumento militar gigantesco. Organización, equipo y medios de mando, mediocres.Bases de mando, buenas. Mando, demasiado joven e inexperto. Enlaces y transmisiones, malos. Sistema de transporte, Malo. Tropas, desiguales y desprovistas de iniciativa. Soldados rasos, buen ánimo, se contentan con poco. Cualidades combativas de las tropas, dudosas. En conjunto, la nación rusa no es un adversario para un ejército equipado de manera moderna y mandado de modo superior.

 

Muy serio e impresionante documento, fechado el 31 de diciembre de 1939, que dará paso a acontecimientos resonantes en el siguiente año.

Enero - Mayo 1940

 

El Ejército francés es poderoso, pero no tanto como lo pintan. El armamento supera al del ejército alemán, pero sólo en peso, la artillería es más numerosa y en conjunto más poderosa, pero consiste casi por completo en materiales de 1918. El material antiaéreo es insuficiente, aunque comprenda  el mejor cañón antiaéreo de la época, el 90. El armamento de la infantería es bastante satisfactorio, con un excelente fusil ametrallador, una buena ametralladora pesada de la guerra anterior y dos tipos de morteros adecuados. Sin embargo, la infantería francesa carece del arma de combate de cerca, la pistola ametralladora y del arma típica de la defensa, la mina terrestre antipersonal. Otra cuestión increíble es el espíritu de almacenamiento que domina al ejército francés. Los alemanes se apoderarán de reservas gigantescas, mientras que a los combatientes les faltaban ropas, calzado, mantas, etc.

 

La comparación entre ambos ejércitos es mucho más desventajosa en el dominio aéreo. La aviación francesa sube desde el bajo nivel en que estaba en 1938, pero está lejos de haber alcanzado a la aviación de Hitler. Si vemos la potencia industrial tenemos: De 1937 a 1939 Alemania ha producido 474.000 tm de aluminio, Francia 140.000; Alemania ha producido 65 millones de tm de acero, Francia 20. La única manera de compensar esta diferencia hubiera sido coordinar en tiempo de paz los programas de armamento francés e inglés y recurrir al apoyo americano. No se hizo nada en el primer punto y en cuanto al segundo, cuando Francia quiso hacer encargos a la industria americana, pasó de la sorpresa a la decepción: Débil capacidad de las fábricas, lentitud de fabricación, obstáculos administrativos. Además, el Congreso norteamericano ignorante, vota un embargo sobre las armas, congelando 100 cazas Curtis P-39 y 235 bombarderos Glen Martin, encargados y terminados. América exhorta a Francia e Inglaterra a derribar el hitlerismo y luego se repliega a su neutralidad para rehusarles toda ayuda.

 

Cuando se suman las fuerzas aéreas franco-británicas, se descubre que su inferioridad global es menor. Disponen al comienzo de la batalla, en Mayo, de 3.450 aviones, de los cuales 1.730 son de Francia, contra unos 4.500 alemanes. Pero esto es sobre el papel ya que la mayor parte de los cazas británicos y en especial los más modernos de la época, los Spitfire, están reservados para la defensa del Reino Unido y no intervendrán en la defensa del continente.

 

No obstante la mayor inferioridad del ejército francés se encuentra en el cerebro de sus generales. El breviario del mando dice expresamente que la guerra futura será la continuación de la guerra precedente, con todo lo que ello conlleva. Petain dijo: El frente contínuo no es un accidente pasajero de que uno se pueda liberar como de una mala constumbre y añadía, es la mejor prenda de paz para Francia, la seguridad de detener a todo enemigo que quisiera violar nuestras fronteras. Impreso en Francia en abril de 1939.

 

A pesar de todo, tras el aplastamiento de Polonia, el mando francés juzga indispensable hacer algo. El 16 de enero de 1940 ordena la creación de dos divisiones acorazadas. El 20 de marzo crea una tercera. Estas divisiones acorazadas francesas son útiles de contraataque, destinados a restablecer la continuidad de los frentes, en contra de la utilización por parte de Guderian de las Panzerdivisionen, como instrumentos de decisión y explotación estratégicos.

 

En el Cuartel General francés, el oficial encargado de mantener al día el orden de batalla enemigo, capitán Glain, es acusado de alucinaciones cuando enumera las tropas nuevas alemanas. El 10 de abril de 1940 señala en el frente Oeste 137 divisones enemigas, en realidad había 136 y 1/2 divisones. Excelente el cálculo del capitán, malos cerebros superiores militares franceses. El ejército alemán crece rápidamente, recurriendo a una reserva de efectivos aún abundantes, mientras que Francia prácticamente ha llamado ya a todo su material humano.

 

El refuerzo más considerable que recibe el General Gamelin, es el refuerzo británico. Desde 4 divisiones en setiembre llega en mayo a 11, la B.E.F., British Expeditionary Force, con un total de 394.200 hombres. El esfuerzo militar de los dos aliados es muy desigual, Francia moviliza a 1 habitante de cada 8, Inglaterra 1 de cada 40.

 

altEl Rey Jorge VI y el general Gamelin.11 de diciembre de 1939.

 

El general-vizconde Gort, al mando del B.E.F., no deja de enviar a Londres informes satisfactorios, pero sus dos lugartenientes, sir John Dill y Alan Brooke, tienen mirada más crítica. En el diario secreto de Alan Brooke se puede leer: Invitado el IX ejército, me choca el espectáculo de las tropas que hacen desfilar delante de mí. Hombres sin afeitar, despeinados. con el uniforme y el correaje mal puesto, vehículos sucios y una completa ausencia de espíritu militar. A la orden de ¡Vista a la izquierda!, apenas algún hombre, acá y allá, se toma la molestia de obedecer..., en cambio le abruman las comidas que le ofrecen en los cuarteles generales franceses: 31 de octubre. Almuerzo con champán. Nos quedamos en la mesa hasta las 3. Ostras, langosta, pollos, paté de foie gras, faisanes, quesos, helados, frutas, licores, etc. Esas comilonas me estropean el estómago y me perturban considerablemente en el trabajo.

 

Ultima y gravísima razón de inferioridad francesa, la organización del mando. No existe en Francia nada análogo a la centralización que el O.K.W. y el carácter de Hitler dan a Alemania. La URSS, cuando entra en guerra, gozará de una concentración análoga de poderes en manos del generalísimo Stalin. Inglaterra y América tendrán jefes de guerra omnipotentes, una gracias a la personalidad dominante de Winston Churchil, otra gracias a la Constitución de los Estados Unidos, que hace del Presidente el jefe supremo de los ejércitos.. En Francia existe un Ministerio de Defensa. Existe un Jefe de Gobierno, Edouard Daladier. Existe un general Gamelin que como Jefe de Estado Mayor de la Defensa, debería tener a sus órdenes las tres ramas de las fuerzas armadas y no es así, la Marina y el Aire son independientes y empeñados en seguirlo siendo. 

 

La ofensiva ordenada por Hitler contra Bélgica y Holanda tenía fecha del 17 de enero. Hitler había aceptado el inconveniente de los días cortos a cambio de un frío que solidificaba el suelo y helaba los ríos, aumentando sus posibilidades de sorprender al enemigo. ¡Hizo falta decirle que dos estúpidos aviadores habían aterrizado en Bélgica con planes que rebelaban su proyecto!. Las familias de los aviadores, de Reinberger y de Hoenmans fueron detenidas y sometidas a la inquisición de la Gestapo. El general Felmy, jefe de la 2ª flota aérea fue destituído. Luego, con más calma, Hitler examinó la situación. ¿Había que mantener la ofensiva?. ¿Había que aplazarla?. Todo dependía de la cuestión de saber si los aviadores habían destruído los papeles de que eran portadores.

 

Bruma y suelo helado, 10 de enero glacial. El Mosa está helado. Los soldados belgas de un puesto fronterizo, cerca de Mechelen, se calientan en una barraca de madera. El ruido de un avión bajo les hace salir precipitadamente. El avión cae tras una fila de árboles, que le arrancan las dos alas. Tras el seto se eleva una columna de humo. Un hombre de largo capote gris quema papeles. Los soldados belgas corren, disparan al aire, atan al hombre, apagan el fuego de los papeles. Estos conservan aún el mordisco de las llamas. En el barracón adonde le llevan, el comandante Reinberger, el hombre detenido, se los arranca de las manos al capitán Rodrigue y los mete en la estufa. Rodrigue los saca quemándose las manos. El otro alemán Hoenmans, comandante de reserva, se calla, flemático. La historia es la siguiente, el comandante Reinberger, ha utilizado un avión de enlace pilotado por Hoenmans para volver a Colonia, de una misión que acababa de cumplir. El avión se extravió y falto de gasolina, se ha posado donde ha podido. ¡Los documentos ultrasecretos que llevaba Reinberger ahora están en manos en que no debían caer!. Allí se habla de una gran ofensiva alemana. Alcanza a Holanda, que será invadida. Alcanza las Ardenas belgas. Alcanza los pasos del Mosa y del Sambre, que deben ser ocupados, mediante un desembarco aéreo. Falta el día D, pero los belgas tienen la convicción de que es inminente.
altEl Rey de los belgas, a su drª el general Denis, Ministro belga de la Defensa Nacional.

 

Llegó de Bruselas el agregado aéreo alemán, general von Wenningen. Los belgas le habían autorizado a ver a los dos aviadores. También habían escondido un micrófono en la sala. Oyeron a Reinberger dar su palabra de oficial de que todos los documentos de que era portador estaban destruídos. Wenningen llevó al Führer ese perjurio. Pero llegó otra noticia, el espionaje alemán señalaba que las divisiones motorizadas francesas se habían acumulado en la frontera y que los belgas quitaban las barricadas de sus rutas. ¡El secreto estaba roto!. Hitler consultó a los meteorólogos. El buen tiempo que habían prometido faltaba a la cita. Había empezado a nevar en abundancia, haciendo imposibles las operaciones aéreas. Hitler volvió a inclinarse ante el cielo y la ofensiva quedó aplazada sine die.

 

Si la ofensiva alemana se hubiera desencadenado el 17 de enero de 1940, no habría sido exactamente idéntica a la que se lanzaría cuatro meses más tarde. Pero sí habría diferido mucho de la que Hitler había ordenado para el 7 de noviembre de 1939. Había nacido la maniobra de Sedán. Hitler tenía grandes dotes para la estrategia. Las Ardenas estaban como impermeable al paso de los blindados, pero Hitler se empolló los mapas y observó que los grandes claros de Arlon, de Tintigny, de Florenville, permiten alcanzar el Mosa sin encontrar el obstáculo de las altas arboledas.

 

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Se discute la paternidad de esa maniobra de Sedán. Generalmente se admite que fue imaginada por el general Erich von Manstein, sometida a Hitler y adoptada por éste. Sin duda Manstein tuvo la idea del plan de Sedán. Pero no tuvo la posibilidad de presentarsela a Hitler, que conoció dicho plan cuando ya había dictado todas las disposiciones esenciales de la maniobra.

 

El plan de Sedán estaba maduro. Faltaba afinar la realización. Las dificultades son enormes. Hay muchos obstáculos para atrevesar las Ardenas. Los caminos son raros, estrechos y tortuosos. Las divisiones blindadas y motorizadas representan columnas enormes. Hay que escalonar las tropas, superponer varias unidades en el mismo itinerario, fijar intervalos de paso rigurosos. El menor error, la menor resistencia, el menor bombardeo aéreo pueden crear inmensos atascos en medio de los bosques, tras de los cuales sólo llegarán al Mosa elementos dispersos. Cabe preguntarse si elegir un camino de jabalíes no es una perversión. El general von Bock dice: Pasáis a 15 kms de la línea Maginot y os imagináis que los franceses se van a contentar con miraros... Amontonáis los blindados en los raros caminos de las Ardenas y os olvidáis de que se ha inventado la aviación...Os imagináis que cruzaréis el Mosa en un día y que corréis hasta el mar con un flanco expuesto en 300 kms... ¿Qué haréis si os encontráis arrinconados entre la frontera y el borde del río; o si os dejan pasar el Mosa con una parte de vuestras fuerzas para contraatacar con todos sus medios?...Creedme, estáis soñando. Hay una gran desconfianza en el plan. El único que muestra una confianza imperturbable es Guderian, expone cómo cruzará el Mosa en cinco días y Hitler le pregunta: ¿Qué hará después?. Y responde: A menos que haya orden en contra, seguiré al día siguiente hacia el oeste. Lo único que pido al mando es que me digan qué dirección he de tomar: Amiens ó París...

 

Hitler concluye la operación, desviará la atención atacando Holanda, simples capitanes estudian con el Führer cómo lo harán, mientras que con el mayor misterio posible, en el cómplice bosque ardenés, la masa de los Panzers se deslice hacia Sedán. Tras de vacilar y cambiar de opinión en varias ocasiones, Hitler al fin ha decidido, el 3 de Marzo, hacer pasar el ejercicio Weser (Weserübung) antes del plan Amarillo (Fall Gelb). En otras palabras, la conquista de Noruega antes de la ejecución de Francia. La guerra va a dar un rodeo por el Círculo Polar antes de volver a su cita en Sedán.

 

9 de abril de 1940: Alemania ataca en Noruega.

 

Absorbido por sus proyectos de ofensiva contra Francia, Hitler había declinado la propuesta que había presentado el Almirante Raeder y el ex ministro noruego Quisling. Volvió sobre ello cuando el incidente de Mechelen sur Meuse produjo el aplazamiento de la campaña del oeste. El general von Falkenhorst jefe del 21 Cuerpo de ejército, supo de boca del Führer que se le encargaba conquistar Noruega y que era algo importante, muy importante, enormemente importante para la marcha de la guerra. Al salir de la Cancillería se compró una guía y empezó a estudiar el país a donde le enviaban a cosechar laureles. Hitler ha reservado al O.K.W., o sea, se ha reservado a sí mismo, la organización de la expedición. El 5 de Marzo su plan de forma inalterable: ocupación de Dinamarca, desembarco en Oslo, Christiansund, Stavanger, Bergen, Trondheim y Narvik. 

 

El 17 de marzo, Hitler interrumpe sus cavilaciones sobre Noruega para encontrarse con Mussolini, en el norte de Italia.  Il Duce le había aconsejado entrar en tratos, advirtiendole que se hace ilusiones si se imagina que va a doblegar a Francia e Inglaterra. El Führer lleva un enorme archivo militar, sobre todo, un mapa que muestra los emplazamientos de las 207 divisiones alemanas constituídas o en curso de constitución, Adolf monologa, Mussolini tiene que escuchar el relato detallado de la campaña de Polonia, el análisis de las nuevas tácticas alemanas, la exposición de todas las superioridades materiales y morales que garantizan al Reich nacionalsocialista una victoria rápida sobre naciones occidentales enervadas. El efecto es imprevisto, Mussolini se exalta. Esa fuerza que se ha desbordado sobre él, le pone belicoso "Italia - dice - no está en condiciones de sostener una guerra larga, pero creo como usted que la suerte de Francia está sellada y que todo lo que pueda pasar en la periferia no tiene importancia. Mi decisión está tomada, Führer...".

 

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El 1 de abril es día de ensayo general. Hitler reúne en su gabinete de la Cancillería a los cuadros de la expedición. Se han puesto planos orientadores en las paredes. Los oficiales se agrupan ante sus sectores respectivos. Hitler les interroga uno a uno: ¿Cuál es su misión? ¿Cómo la cumplirán?. Incansablemente, de 11 a 19 horas, interrumpiéndose una vez o dos para hacer que traigan bocadillos, discute, aprueba, hace rectificar y finalmente se declara encantado y fija para el 9 de abril la fecha del desembarco. El mar, poco a poco se cubre de barcos. Tienen consignas minuciosas. Deben enarbolar pabellón inglés y tener preparada una explicación de su viaje, naturalmente los soldados están encerrados en las calas. El rayo que cae al amanecer del 9 de abril es una nueva Blitzkrieg. En el instante en que las tropas flanquean la frontera, en el instante en que los barcos entran en los puertos, los embajadores alemanes en Copenhague y en Oslo despiertan a los Primeros Ministros y les piden que se inclinen ante los hechos consumados. El danés se resigna. El noruego no, la exigencia de Alemania de imponer a Quisling a la cabeza del gobierno y la resistencia de la defensa costera, permiten al rey y sus ministros abandonar la capital, refugiarse en el bosque y perseguidos por la aviación y los medios blindados, ganar el norte del país. A mediodía, todos los puertos de Noruega están en manos alemanas. La sorpresa ha sido total y el desembarco apenas ha encontrado oposición.

 

La marina británica ataca y tiene un fuerte enfrentamiento con la alemana, que de 22 destructores, pierde 10 en Narvik. Noruega cuesta cara a la flota alemana. Sus barcos disponibles el 15 de abril son 2 cruceros ligeros y a 4 destructores. En París la recriminaciones son amargas. ¿Cómo han podido dejarse sorprender los ingleses?. ¿Dormía su famoso Intelligence Service?. Reunidos al comienzo de la mañana del 9, los ministros militares y los jefes superiores, discuten y se agitan. Se ponen de acuerdo para considerar que la mejor respuesta a la invasión de Noruega sería entrar en Bélgica e ir a instalarse sobre el canal Albert. Pero el gobierno belga considera que la extensión de la guerra a Escandinavia disminuye los riesgos de agresión a su territorio y que hay más razones que nunca para aferrarse a su neutralidad. La evolución en Noruega es positiva para los alemanes, a principios de mayo no queda ya un solo inglés ni un solo francés en Noruega central. Han partido bajo las bombas, abandonando el armamento, perdiendo barcos y demostrando a su costa que el dominio del mar ya nos es nada cuando no se tiene al mismo tiempo el dominio del cielo.. En el norte de Noruega, en Narvik, Dietl sigue resistiendo con su regimiento alpino y dos pequeñas baterías de montaña casi sin obuses. Los alemanes intentan reforzar y  logran pasar, a través de la neutral Suecia, municiones y refuerzos. Pero los acontecimientos que vienen desplazarán a la insignificancia el teatro escandinavo. Ha comenzado el mes de Mayo de 1940.

 

10 - 18 de Mayo de 1940. El Drama de Sedán.

 

Hitler no ha vuelto a hablar del Plan Amarillo hasta el 27 de abril, tiene la intención de desencadenar la ofensiva contra Francia entre el 1 y el 7 de mayo. Todo está listo. El grupo de ejércitos C ( von Leeb, al sur con19 divisiones), guardará el frente pasivo entre Suiza y Luxemburgo. Los otros dos grupos de ejércitos, B (von Bock, al norte) y A (von Rundstedt, al centro)  se distribuirán el papel activo.

 

Al grupo B (norte) le toca lo que el mando alemán llama la ofensiva de fijación. Deberá ocupar rápidamente Holanda, oponerse al enlace de las fuerzas holandesas y anglo-belgas y destruir, con una acción rápida y violenta, las defensas de la frontera belga. 29 divisiones, 2 ejércitos, el XVIII (von Küchler) y el VI (von Reichenau) se dedicarán a esa misión. Son relativamente pobres en grandes unidades acorazadas, pero, en cambio, tienen a su disposición la mayor novedad militar de la época, la infantería del aire. Los paracaidistas del general Student, los planeadores del general conde Sponeck, caerán del cielo, se posarán en los aeródromos y en las carreteras, tomarán los grandes puentes del Mosa y del Rin y atacarán las fortificaciones con métodos revolucionarios imaginados por el Führer. Se espera que esa acción inédita, que esos grandes golpes resonantes, canalizarán hacia el norte la atención del mando enemigo, orientando en esa dirección la mayor parte de sus fuerzas. Después ese grupo de ejércitos entrará en Bélgica y ejercitará su presión sobre el frente aliado.

 

La ofensiva principal es confiada a Rundstedt, Grupo de Ejército A, dotándole adecuadamente: 45 divisiones, 7 de ellas blindadas. Su misión consiste en "forzar con la mayor rapidez posible el paso del Mosa, entre Dinant y Sedán y luego empujar con el máximo de medios y de velocidad, en dirección a la confluencia del Somme, para tomar por el revés la zona fortificada del norte de Francia". Tres ejércitos se reparten la tarea: el IV de von Kluge, que atacará en un amplio frente entre Eupen y el norte de Luxemburgo; el XII de List, que atacará en un frente muy estrecho en dirección a Sedán y finalmente, el XVI de Busch, que flanqueará la marcha adelante contra toda reacción francesa que venga del sur.

 

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La tendencia, esbozada en Polonia, al fraccionamiento del ejército alemán en un ejército rápido y un ejército lento, entre un ejército revolucionario y un ejército convencional, encuentra su expresión en Sedán. En cuatro meses, gracias a una excelente técnica de estado mayor, la intuición de Hitler ha llegado a ser un plan de magnífica sencillez y grandioso atrevimiento, una de las combinaciones estratégicas más magistrales de todos los tiempos.

 

Hitler se disgustaba, los retrasos siguen acumulándose. El 3 de Mayo, las previsiones meteorológicas son malas, el ataque se aplaza para el 8. El 7 por la noche, el examen del mapa meteorológico produce un nuevo aplazamiento. "A petición de Brauchitsch , cedo, dice Hitler, contra mi intuición y por última vez. Ya no habrá más aplazamientos". La orden salida del O.K.W., la mañana del 9 de mayo, sin embargo, es idéntica a las quince que la hanprecedido, dando lugar, al fin, a la incredulidad y a la burla. Pero esta vez no se transmitirá la palabra que significa "ataque aplazado". He aquí el texto literal:
Berlín 9 - V - 40
W. FA/Abt. L-Nr. 22-180/40 g k CHEFS.
Día D.........................................................10 - V
Hora H.......................................................5 h 35
Las contraseñas "Danzig" o "Augsburg" se darán a las diferentes fracciones de la Wehrmacht el 9 - V antes de las 21 h 30.
El jefe del Oberkommando de la Wehrmacht:
                                                                     KEITEL.

 

Invasión de Holanda y Bélgica.

 

Golpe de escena en Holanda... Al amanecer, caen paracaidistas sobre Rotterdam, La Haya y la isla de Dordrecht, junto al gran punte de Moerdijke. Vestring Holland, la fortaleza Holanda está invadida desde el primer minuto del combate. Los holandeses luchan enérgicamente, pero no consiguen reconquistar sus aeródromos y limpiar el corazón de su país. Las escuadras de Kesselring dominan el cielo. Tras haber soltado 4.000 hombres de la 7ª división de Flieger, les aprovisionan, les refuerzan, les apoyan y provocan el desorden entre el enemigo con sus bombardeos incesantes. Dos o tres veces, los holandeses señalarán que recobran su superioridad: horas más tarde, nuevas informaciones dirán que la mancha alemana se extiende.

 

Golpe de escena en Bélgica... A unos kilómetros al oeste de Maastricht, el canal Albert es una lámina de agua de 60 mtrs de ancho entre taludes verticales. El mejor foso antitanque de Europa. Los dos puentes que lo flanquean , el de Veldtwezelt y el de Vroenhoven, están cuidadosamente minados. Dos fortificaciones dominan los puentes. 30 kms de Holanda se interponen entre el territorio alemán y las defensas belgas. Cuando se da la alarma, al amanecer del 10 de Mayo, el 18 R.I. está convencido de que tiene todo el tiempo necesario para prepararse a recibir el asalto... Cuatro horas después, los primeros elementos enemigos pasan a toda marcha por los puentes intactos.

 

¿Qué ha ocurrido? Esto: un violento bombardeo aéreo ha aniquilado a los defensores y luego, secciones aerotransportadas, depositadas al otro lado del canal, han atacado los puentes por detrás. Muertos, capturados o aturdidos, los guardias fronterizos no han hecho funcionar los dispositivos de explosión. La infantería aerotransportada ha liquidado rápidamente las resistencias, sosteniéndose hasta la llegada de cabezas de columnas llegadas de Maastricht.

 

Esos acontecimientos atestiguan el golpe de vista alemán. Lo que acaba de saltar en pocas horas es la charnela de defensa belga. El foso antitanque en que se quería resistir una semana ha sido franqueado en una mañana.

 

A las 11 de la mañana, el 11 de mayo, en una sombría casamata del viejo fuerte de Breendonck, entre Amberes y Bruselas, el comandante en jefe, Leopoldo III y los altos mandos, comprueban que la posición de cobertura del canal Albert ha sido contorneada. No queda sino ordenar un retroceso precipitado a la posición principal de resistencia, llamada línea KW. Se pensaba hacerlo una semana después, pero hay necesidad de hacerlo en la mañana del segundo día.

Llegada de Guderian ante Sedán.

El 12 de Mayo es un magnífico domingo de Pentecostés. En Francia y en Alemania, las ciudades y los pueblos están llenos de niñas de primera comunión con traje de organdí. En Holanda y Bélgica, las antorchas de la guerra ennegrecen el cielo. La intervención de la aviación alemana ha cambiado en tragedia la florida entrada en fuego de la víspera. Arden pueblos, las rutas están ametralladas, pánicos causados por el miedo a los paracaidistas provocan tiroteos locos.

 

Bouillon, la última pequeña ciudad del territorio belga, está sólo a 5 kms de la frontera francesa. Esta ha sido franqueada aquella mañana, a las 9,30 h., por los elementos de cabeza de la 1ª división Panzer, tanques ligeros que tienen como emblema una hoja de roble. El jefe de la agrupación blindada capitán general von Kleist envía a buscar, para las órdenes del día siguiente, a su subordinado Guderian. Media hora más tarde éste escucha, aturdido de verse superado en audacia por primera vez. A las 16 horas, mañana 13 de mayo de 1940, franqueará el Mosa a ambas partes de Sedán. Establecerá una cabeza de puente, apoderándose de la cota 217, de la aldea de Wadelincourt y del bosque del Marfée. Guderian exclama que sus fuerzas no están reunidas, que una de sus divisiones va rezagada y que su regimiento de asalto "Gross Deutschland" no ha superado Bouillon. Kleist no puede remediarlo, la orden no viene de él. no viene del jefe de grupo de ejércitos von Rundstedt, ni del comandante en jefe von Brauchitsch. Viene del impaciente supremo, Adolf Hitler. Su batalla se desarrolla bien, las operaciones de detalle que ha montado personalmente en Holanda y en Bélgica han salido admirablemente bien. Además de sus ventajas propiamente militares, esos golpes fulgurantes realizan uno de los objetivos pretendidos por el Fúhrer: atraer hacia Lieja y Rotterdam, para apartarla de Dinant y de Sedán. Es preciso que los franceses sigan echando sus tropas en Bélgica, lo que, por otra parte, hacen igual que si estuvieran obedeciendo las órdenes de Hitler. La perforación del grupo de ejércitos A continúa llevando grandes efectivos hacia la línea Amberes - Namur. No obstante, el 12 por la tarde, no se han reunido las condiciones razonables para atravesar a un lado y otro de Sedán. Guderian pide esperar un poco, aunque sea unas horas, para permitirle reagrupar su cuerpo de ejército. Sus superiores inmediatos le dan la razón, pero no pueden hacerse responsables de modificar el horario de Hitler..

 

La aviación conquista, la infantería ocupa.

 

El jefe de la 3ª flota aérea Sperrle ha prometido el mayor apoyo que jamás haya recibido ningún ejército. Su promesa empieza a realizarse a las 11 h.. Un poco antes el general Grandsard, jefe del 10 cuerpo, decía al general Lafontaine, jefe de la 55: "Siempre lo he dicho, Lafontaine, los alemanes necesitarán semanas, si no meses, para montar un ataque. Todavía estamos en la toma de contacto antes de emplearse a fondo. Esté tranquilo al menos por ocho días". El jefe, general de brigada Henri Jean Lafontaine, es un viejo galo de grandes bigotes, relativamente joven para su grado, cincuenta y ocho años. Al revés que Grandsard, cree que los alemanes atacarán a toda velocidad, estima que el Mosa no es un obstáculo para este ejército alemán. Infortunada 55 división de infantería, se diría que la aviación alemana la eligió, entre todas las divisiones del ejército francés, para cortarla trozo a trozo en aquél día del 13 de mayo. La preparación aérea prometida por Sperrle cubre exactamente su sector. Aplasta las aldeas de las primeras líneas, machaca las retaguardias, las encrucijadas, las posiciones de artillería. Se aplica a las casamatas, algunas de las cuales son desventradas por bombas en picado y otras son cegadas por los géiseres de tierra, que tapan sus aberturas. Las formaciones de aviones trabajan metódicamente, en grupos de una treintena de aparatos, describiendo una gran rueda de donde se desprenden verticalmente las flechas aullantes de los Stukas. Hasta los alemanes que se acercan al Mosa están impresionados, casi compadecidos. "El efecto moral, anota en su cuaderno de ruta, el jefe, von Kielmansegg, debe ser espantoso". ¿Y la aviación francesa?. El 10 y 11 de mayo, sus cazas habían obtenido algunos éxitos, todavía derriban tres aviones sobre el Mosa a la mañana del 13. Última ocasión concedida a la artesanía frente a la gran industria. Cuando una patrulla triple reaparece unas horas más tarde, encuentra delante 80 Messerschmidt que escoltan a 50 bombarderos. La intervención de la aviación francesa ha terminado por ese día.

 

Los caminos de las Ardenas vierten hacia el hoyo de Sedán torrentes de hombres y de máquinas. Hay un calor ardiente, un plovo desecador, una sed abrasadora. Ataque general a las 16 horas. Orden del Führer. Pero hay que correr cuerpo a tierra para atenenerse a esa precipitación despiadada. El regimiento "Gross Deutschland", que debe desempeñar el papel principal del ataque, todavía está por la mañana en territorio belga, a 40 kms de su emplazamiento de asalto. Sus camiones lo vomitan al borde del bosque de Sedán, del cual le quedan 7 kms que hacer a pie, llevando sus canoas neumáticas y su enorme impedimenta. Al fin, el Mosa está ahí, corriendo, negro, bajo las paredes de una fábrica textil arruinada. Son las 15 horas. Queda una hora para preparar una de las operaciones consideradas como más difíciles del arte militar, atravesar un río teniendo delante un enemigo atrincherado. El ataque se pone en marcha a su hora, la travesía del Mosa dura unos momentos. A las 19 horas, sin que un sólo medio blindado haya franqueado el Mosa, el regimiento "Gross Deutschland" alcanza la cota 247, su objetivo del día. Por parte alemana, el general Guderian se ha precipitado a una de las primeras lanchas neumáticas. Desembarca en la orilla izquierda, donde el teniente coronel Balck le recibe gritando: "La navegación de placer está prohibida en el Mosa...". Por parte francesa, el general Huntziger está en su puesto de mando, a 50 kms del frente, para hacerse servir por ordenanzas de guante blanco... Un abismo separa las dos concepciones del mando, para los alemanes el jefe debe estar en las avanzadillas, en un avión cuando necesite ver, en un camión radio cuando tiene que dar órdenes, interviniendo personalmente en el combate cuando encuentra la ocasión. Según la cocepción francesa el jefe dirige a distancia una guerra casi abstracta con suficiente perspectiva de tiempo y de espíritu como para que sus decisiones se sustraigan a la emoción del combate. En el puesto de mando francés, la única información llegada por la tarde: 40 alemanes han franqueado el Mosa..."Eso, dicen tranquilamente, nos dará 40 prisioneros".

 

De una sorpresa, un pánico hace un desastre.

 

La travesía del Mosa habría podido ser sólo un incidente local, como todos los ejércitos han tenido en todas las guerras. Pero un pánico surgido de un abatimiento moral lo convertirá en un desastre irremediable, el comienzo de un hundimiento de una nación. Por lo que se puede juzgar, el viento de derrota partió de Bulson, oscuro pueblecito junto a los bosques del Marfée. La zona era fangosa y sombría, el clima muy húmedo y frío. Malsano para los hombres, más malsano aún para los caballos, que morían en masa sin que se supiera por qué. El aburrimiento y la pereza devoraban a una tropa en que los oficiales no tenían ya gusto por mandar ni los hombres costumbre por obedecer. Las piezas del 105 largo, tenían sus emplazamientos cerca del acantonamiento, apuntando a las salidas del bosque de Sedán. Pero hacía mucho tiempo que los sirvientes de ese grupo de artillería pesada, habían dejado de creer que tirarían alguna vez un obús contra el enemigo.

 

Esa inverosimilitud se produjo el 12 de mayo. Los artilleros la acogen un poco como una diversión en su vida monótona. La moral es buena y sigue siéndolo durante la mañana del 13, hasta el momento en que los Stuckas empiezan a zambullirse contra sus baterías. Las pérdidas son insignificantes, ningún cañón queda fuera de servicio, pero los sirvientes abandonan sus piezas y se dispersan por sus bosques. Ése es el momento en que los alemanes atacan el Mosa, atravesando los blindados el amplio talud que lo bordea. ¡Blanco soñado!, pero la artillería ya no tiene los brazos que la sirvan.Sin embargo la tempestad aérea decrece. Algunas baterías se recuperan. Cinco blindados alemanes que se dejan ver  en los bordes del bosque de Balan, son demolidos por los 155 cortos. Quizá bastaría poca cosa para que los hombres dispersos y aterrados se volvieran a reunir en torno a sus cañones, experimentando la embriaguez del combate y volviendo a hallar la conciencia profesional que forma la base de la bravura legendaria de los artilleros.. Después de todo, sólo son elementos de infantería los que han pasado el Mosa. Ni un blindado lo ha pasado, ni lo pasará hasta el día siguiente. Si la artillería se rehace, ese puñado de hombres lanzados a través del río quizá pueda quedar copado y capturado. Pero la artillería no se rehace, ¡huye!, llenan el camino, arrastrando con ellos a los soldados de las retaguardias, de los cuerpos de tren, a los enfermeros, a los telefonistas. El pánico se propaga como un fuego de maleza, en medio de hombres que no han visto una silueta enemiga. Hay puestos de mando que se trasladan precipitadamente. Regimientos que no han recibido una bomba, abandonan sus posiciones y se repliegan en desorden. Oficiales veteranos de la pasada guerra, coroneles (uno de ellos se suicidará de vergüenza) se ponen a la cabeza de ese "sálvese el que pueda". Unidades disciplinadas, llevándose el material, convencidas de que obedecen a una orden de repliegue. El fin de la jornada es de serenidad extraña. Los Stukas han desaparecido. El ejército francés está intacto, con centenares de batallones, ¡Qué importa! El ejército francés está vencido. Todo los esfuerzos que haga ya durante seis semanas sólo serán gestos convulsivos. Se ha soltado un punto y toda la trama se deshace. El pánico se vuelve alud, se alimenta de sí mismo. Lo que pasó en Sedán lo ignora todo el mundo, pero todo el mundo sabe que allí se volvió la espalda, se traicionó y todo quedó perdido. Pasa la noche del 13 al 14 de mayo. Por el lado alemán, largas columnas motorizadas atraviesan las Ardenas, con los faros bien encendidos. Al borde del Mosa, los infatigables generales Guderian, Rommel, Stever, Schaal, vigilan por sí mismos la construcción de los puentes que, al amanecer, lanzarán a sus blindados a la otra orilla.

 

Guderian, por su parte, sabe que su éxito es frágil. Su problema consiste ahora en desplegarse rápidamente más allá del Mosa para romper la reacción de los franceses y para emprender sin más tardanza la marcha sobre Amiens. Por eso apremia a muerte el paso de la 1ª Panzer, ordenando a su jefe, general Kirchner, atacar en seguida, atacar a fondo, atacar derecho hacia el oeste. Heróicamente, la aviación franco británica ataca los puentes. Las formaciones se suceden en oleadas encarnizadas, pero la unidad antiaérea, F.L.A.K., del coronel von Hippel tiene su día de gloria y derribando 100 aparatos, impide todo bombardeo exacto. En medio de una formidable tempestad de acero, el jefe del grupo de ejércitos Rundstedt, encuentra a Guderian a la entrada del puente de Donchery. "Bueno, Guderian, ¿todos los días son así? - Jawohl, Herr General Oberst".

 

La 2ª Panzer llega para cruzar el Mosa, Guderian acude. Todavía no sabe qué misión va a asignar a su tercera gran unidad, todavía vacila. A su lado, el jefe de la 2ª P.D., Veiel espera órdenes. ¿Cómo emplear su división acorazada? ¿Hacia el oeste, para acelerar el éxito de la 1ª P.D.? ¿O hacia el sur, para reforzar a la 10 P.D., contra las fuertes concentraciones de blindados franceses observadas hacia el Mont-Dieu?. Entre el atrevimiento y la prudencia Guderian consulta a sus oficiales. El comandante Wenck le contesta riendo con su propio lema: Klotzen, nicht Kelchen (Estacazos, no flores). Esa consigna hace prevalecer el atrevimiento. Veiel hace virar sus tanques hacia el oeste.

 

Kleist, jefe de la agrupación acorazada, ordena a Guderian detenerse en la cabeza de puente de Sedán y atrincherarse en ella para permitir que las divisiones de infantería alcancen a los Panzer. Guderian vuela al puesto de mando de su jefe, protesta, demuestra que los frutos de la sorpresa se van a perder, pero Kleist responde dogmáticamente que corre a un desastre y que sus divisiones acorazadas, aventurándose por las llanuras del norte de Francia serán atacadas por la retaguardia, divididas y destruídas por trozos separados. Vuelto a su cuerpo de ejército, Guderian desobedece y prosigue su marcha hacia delante. Kleist le destituye de su mando. Avisado inmediatamente por Rundstedt, Hitler le reintegra. No han hecho falta tres horas para zanjar el conflicto.

 

Los Panzer deben emplearse a fondo, pidiendo sin cesar el apoyo de los Stukas para destruir los nidos de resistencia. El 16 por la mañana, Guderian está de nuevo en los caminos. La perforación está conseguida. Ha cesado toda resistencia organizada. A 80 kms  por hora, alcanzan largas columnas de fugitivos. Se les hace tirar las armas en la carretera, los blindados las aplastan y se indica a los hombres el emplazamiento de la jaula de prisioneros a que deben acudir. Luego continúa el turismo militar, los hombres de boina negra, a torso desnudo, encima de los tanques, se broncean al sol, tocando la armónica y anastesiando su fatiga con la embriaguez de la victoria. Un cuarto de siglo después, se encontrarán innumerables alemanes medio encanecidos que dirán que nunca han conocido una plenitud de vivir comparable a la de mayo de 1940...

La hazaña de Dunkerque.

La B.E.F. (British Expeditionary Force) está intacta, apenas había combatido, con menos de 500 hombres de pérdidas. Los franceses tienen la sospecha de que Gort tenía la intención de replegar su cuerpo expedicionario y embarcarse en Calais, la mutua desconfianza no dejará de crecer y las relaciones aliadas de envenenarse. Gort ha pasado de la confianza ciega a los generales franceses, al escepticismo total. No es cierto que haya dado órdenes para reembarcar su ejército, pero sí es cierto que lo ha pensado y que lo ha sugerido a su gobierno, pero el Almirantazgo británico no está de acuerdo. Esta respuesta le hace a Gort a lanzarse hacia el Somme, pero ya no es posible, por lo que se parapeta tras la línea de canales. Ahora hay que aceptar ser capturado tras haber salvado el honor o aceptar huir hacia el mar, para que la Navy recoja a los hombres que pueda. El Almirantazgo cambia de opinión y le ordena a Gort que la B.E.F. debe ser su "consideración predominante". Los puertos al este de Gravelinas serán utilizados para la evacuación. La R.A.F. asegurará un apoyo total y la Navy le proporcionará una flota de barcos y pequeñas embarcaciones.

 

En Dover, el almirante Ramsay reúne todos los barcos que puede, de cabotaje holandeses, chalupas de los paquebotes, remolcadores del puerto de Londres, dragaminas, etc, etc. Empieza la operación Dynamo.

 

Hitler y Rundstedt salvan el ejército inglés.

 

El 23 de Mayo, el mariscal Göring sube al puesto de mando de Hitler, quiere que, con su Luftwaffe, le dejen rematar al ejército británico. Para Hitler la batalla del norte ha terminado. El plan amarillo está realizado. Lo que ahora prepara es el plan rojo, el segundo tiempo de la campaña del oeste, la derrota final, la invasión total de Francia. Tiene la intención de lanzar, desde el 31 de mayo, una poderosa ofensiva para romper el frente reconstituido y tomar por la espalda a los ejércitos franceses aún intactos tras la línea Maginot. Como de ordinario, tropieza con las objecciones de los militares, que juzgan necesario reorganizar el ejército y reequipar las divisiones blindadas antes de emprender una nueva serie de operaciones. Hitler se niega a esperar, pero reconoce que el desgaste de las Panzerdivisionen es una fuente de preocupaciones.

 

Guderian está a 16 kms de Dunkerque, último vínculo de los ejércitos franco británicos con el mundo exterior. 16 kms ¡una hora de marcha de Panzer!. El envolvimiento está prácticamente terminado. Por eso Rundstedt ha accedido a una petición de von Kluge, concediendo un día de reposo a las unidades blindadas. Hitler ratifica la orden. Hay que cuidar a las Panzer, mi Luftwaffe les dará el resto a los ingleses...¡Por orden del Führer!.

 

Partido Hitler, Rundstedt recibe un mensaje del O.K.H. ordenándole proseguir vigorosamente la ofensiva. No la tiene en cuenta, pero al día siguiente 25, recibe del O.K.W. otra comunicación decididamente extraña. Le hacen juez, Brauchitsch y Hitler han chocado una vez más. Brauchitsch ha sostenido que se debe aplicar la presión más violenta y consumar la captura del enemigo tomando Dunkerque cuanto antes, pero Hitler no está de acuerdo, quiere cuidar a las Panzer. al final encuentra un medio de dar una nueva punzada al orgullo de Brauchitsch, "No quiero decidir yo mismo, me remito al juicio de Rundstedt" ¡Y se pide al jefe de grupo de ejércitos A que sea el árbitro entre su propio jefe y Hitler!. Rundstedt no vacila, da la razón a Hitler.

 

Más tarde, esa grave falta será objeto de interminables discusiones. Contra la opinión de los generales, el cabo estratega detuvo el avance de los blindados contra Dunkerque. Hitler, sencillamente, cometió ante Dunkerque el primero de sus grandes errores tácticos.

 

27 de mayo. El Rey de los belgas capitula.

 

El gobierno, unánime, pide al Rey de los belgas que haga lo que han hecho la Reina de Holanda y la Gran Duquesa de Luxemburgo, abandonar el país para que quede sustraído el principio de la soberanía al invasor. Leopoldo responde brutalmente que la causa de los Aliados está perdida, que Francia capitulará dentro de unos días y que Gran Bretaña sólo podrá continuar la lucha en sus lejanas colonias. Ya no es posible otra cosa que conservar cierta vida nacional en una independencia reducida y él, Rey, no tiene otro deber que compartir los sufrimientos de su pueblo. Prisionero de guerra en bloque, el ejército se ve obligado por Hitler a una capitulación sin condiciones

 

La artillería de Guderian tira sobre Dunkerque, aportando su ayuda a las escuadrillas de Göring. El Ayuntamiento, Correos, los diques, están destruídos. Los depósitos de petróleo arden en medio de un humo sofocante que el viento lleva a la ciudad.La evacuación parece una empresa destinada al desastre. El Almirantazgo británico pensaba trasladar a Inglaterra unos 45.000 hombres, la décima parte de los cercados, pero las operaciones del primer día hacen dudar que se pueda alcanzar semejante cifra, el total de hombres embarcados ese primer día es de 7.670.

 

La primera razón por la que el éxito de la operación de Dunkerquensuperará al fin todas las esperanzas es la confusión que se introduce en el mando alemán, que había funcionado magistralmente desde el comienzo de la campaña y ahora se desorganiza y deja escapar en parte los frutos de Sedán. El grupo de Rundstedt permanece durante toda la jornada decisiva del 28 sin recibir una sola directiva.. Su jefe considera que su papel ha terminado una vez que ha llegado al mar y ha cercado el ala izqª aliada. Hitler, por su parte, se vuelve a desinteresar por la batalla de Flandes. La huída de soldados que abandonan sus armas no le preocupa. Todo su pensamiento se ha vuelto hacia el plan rojo. ¿Cómo hacer que se derrumbe de un sólo golpe el nuevo frente francés? ¿Y París? ¿Cómo tratar París? ¿Hay que tomarlo como objetivo principal? ¿Hay que desdeñarlo, al contrario, para no mirar mas que la aniquilación de los ejércitos enemigos?. El Führer discute esas cuestiones en largas conferencias con sus consejeros militares. Dunkerque, para él, ya es del pasado.

 

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Una armada de chalupas salva al B.E.F.
El número de hombres embarcados aumenta de día en día, 17.800 el 28 de mayo, 47.300 el 29, 53.800 el 30, 68.000 el 31. Göring había presumido demasiado, La Luftwaffe se muestra incapaz de capturar un ejército. Las pérdidas son graves. Los muelles y la rada están repletos de cascos desventrados. De los 693 barcos ingleses de todos los tonelajes que colaboran en la evacuación, 226 son destruídos. Pero la noria continúa día y noche. El embarco se hace simultáneamente en el muelle oeste, en el muelle este y en las playas.. Allí los barcos atracan, operación cada vez más difícil por los restos y a veces suspendida en lo más fuerte de los bombardeos.. Largas filas de hombres esperan, con los pies en el agua, al rosario de embarcaciones que les llevarán a los barcos detenidos en el límite de los bajos fondos. El mar, viejo amigo de Inglaterra, está milagrosamente tranquilo. La menor resaca prohibiría utilizar las playas, reduciendo a la mitad el rendimiento de la evacuación.

 

En las playas es donde actúa la extraordinaria flotilla voluntaria que ha respondido a la llamada del Almirantazgo. Arriba, la batalla aérea es incesante. Para la salvación del cuerpo expedicionario, Inglaterra expone su más precioso tesoro, las fuerzas aéreas que guardaba celosamente para la defensa de sus islas. 16 escuadrillas de Fighter Command tienen como misión asegurar encima de Dunkerque una cobertura desde el amanecer al anochecer. Derribarán 262 aparatos alemanes, perdiendo 133 de los suyos.. Ante Dunkerque, los alemanes empiezan por asistir al embarque casi como espectadores. El jefe del estado mayor del IV ejército, el general Brennecke, describe el espectáculo a su jefe von Kluge "Grandes barcos atracan al muelle. Se echan pasarelas. Los hombres se precipitan a bordo. Abandonan todo su material, pero no es agradable pensar que volveremos a encontrar ante nosotros a esos hombres otra vez armados". El éxito supera todas las esperanzas, 126.000 hombres han sido evacuados, alcanzará casi los 200.000. Pero sobre ese total, no hay todavía más que 15.000 franceses.

 

Francia virtualmente vencida, debe mirar lo que vendrá a continuación de su derrota Francia está completamente desorganizada y la totalidad de sus últimas fuerzas se prepara para una resistencia sobre el terreno, después de la cual todos los caminos quedarán abiertos. El 31 de Mayo, Churchill va a París, se le hace notar que la cifra de 15.000 franceses evacuados en Dunkerque, sobre 165.000 hombres, peligra producir un efecto deplorable en la opinión francesa. Churchill responde que el mando francés es el primer responsable, los ingleses tienen una orden clara y firme, embarcarse, mientras que todavía no se sabe si los franceses quieren quedarse o marcharse. Dice, llorando, que ha dado la orden de embarcar en último lugar a los heridos, para salvar el máximo de combatientes. Ahora espera evacuar 200.000 hombres, pero se ha perdido la totalidad del material y si desembarcara una pequeña fuerza alemana en Gran Bretaña, no encontraría delante otra cosa que la resistencia feroz de la población civil. La frase es contundente para Francia, cuya población civil piensa en cualquier cosa menos en oponer una resistencia feroz al invasor.

 

La noche del 2 al 3 de Junio es la última de la opración de embarque, a las 4 de la madrugada se da por cerrada la operación, esta ha tenido un éxito inesperado, en vez de los 45.000 hombres proyectados al comienzo, se han sacado 340.000, de los cuales son 115.000 franceses. El desgarrador abandono de los últimos defensores, el regalo al enemigo de 34.000 prisioneros útiles es el resultado de una precipitada huída. Hitler hace tocar durante tres días las campanas del Reich y anuncia sin exageración que ha destruído 75 divisiones, capturado su material, matado, herido o capturado a 1.200.000 soldados enemigos, al precio extraordinariamente bajo de 10.255 muertos, 8.643 desaparecidos y 45.523 heridos.

 

 

 

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